Un grupo de científicos ha desarrollado células fotovoltaicas diminutas que podrían revolucionar la forma de recolectar y usar la energía solar.
Parte del éxito del descubrimiento es gracias a la reducción potencial de los costos que producirán estas nuevas células, debido a que las microcélulas necesitan relativamente poco material para formar dispositivos bien controlados y muy eficaces.
Con un espesor de 14 a 20 micrómetros, son mucho más delgadas que las células solares convencionales, aunque tienen aproximadamente la misma eficiencia. Dicho de otro modo, usan 100 veces menos silicio para generar la misma cantidad de electricidad. Como son mucho menores y sufren menos deformaciones mecánicas que las células convencionales, en iguales escenarios de uso, también pueden ser más fiables a largo plazo.
Las pequeñas células solares podrían convertir a una persona en un cargador solar ambulante de pilas.
Las microcélulas solares tienen un gran potencial para varias aplicaciones nuevas. Aunque actualmente son caras, se espera que al final bajen su precio y tengan una mayor eficiencia que las células fotovoltaicas actuales, basadas en un diseño de tamaño convencional.
Las células se fabrican usando técnicas asociadas a los sistemas microelectrónicos y microelectromecánicos (MEMs), comunes en las fábricas modernas del sector de la electrónica.
Entre las ventajas de estas microcélulas fotovoltaicas, figuran nuevas aplicaciones, aparte de los costos potencialmente reducidos y su eficiencia superior.
En el futuro, podrían fabricarse en serie, de un modo que facilitase cubrir con ellas las superficies de algunos artículos y estructuras para así dotarlos de la capacidad de recolección de energía solar, incluyendo carpas y posiblemente hasta ropa. Esto haría posible que los cazadores, los excursionistas o los militares recargasen en el campo las baterías de sus teléfonos, cámaras y otros dispositivos electrónicos mientras caminan o descansan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario